Guía de alfombras de pared: La nueva forma de decoración
Decorar la pared con alfombras es una tendencia que se remonta a la antigua época persa y que sigue estando de moda desde entonces. En realidad, es una práctica que se encuentra en muchas culturas, incluida la europea. ¿Necesitas saber qué tipo de alfombra elegir, cómo preparar la pared o la mejor forma de colgarla? Te lo explicamos en esta guía.
¿Qué alfombra elegir?
Empecemos por lo básico: ¿qué alfombra es la mejor opción? Depende de ti. Elige una que se adapte a tu estilo y que combine con el mobiliario y los accesorios. Son verdaderas obras de arte, por lo que todas lucen bien. A la hora de hacerte con una, ten en cuenta los siguientes factores:
- Recomendación: opta por una alfombra persa o de tipo oriental. Son decorativas y presentan patrones de colores. Suelen estar elaboradas a mano, lo que las hace únicas y realzan su atractivo.
- Si eliges una alfombra con borlas, ten en cuenta su caída. En este caso, es mejor colgarla de forma horizontal. Así, las borlas quedan a los lados y no cuelgan sobre la alfombra.
- Adapta la alfombra al tamaño de la pared. Si vas a colgar una en la entrada o en un dormitorio pequeño, opta por una de tamaño reducido. De este modo, la alfombra no domina el espacio de la pared y evita que la habitación parezca más pequeña. Por el contrario, para habitaciones más espaciosas, como la sala de estar, recomendamos una más grande.
- Evita las alfombras peludas. Disponen de una textura difícil de cuidar. Son más pesadas, lo que hace que el proceso de colgarlas sea más laborioso. Recomendamos optar por una lisa de lana, de algodón o de poliéster. Estas alfombras son ligeras y su mantenimiento es más sencillo.
Alfombras de arriba: MARGARA GAVAR MARTS
¿Qué necesitas para colgar una alfombra?
El siguiente paso, casi tan importante como elegir la alfombra, es determinar el mejor método para colgarla. Esta elección ha de estar en consonancia con el tipo de alfombra que hayas seleccionado. Algunas opciones son perfectas para las más pequeñas, mientras que otras se adaptan mejor a las más grandes como, por ejemplo, las que se cuelgan en la sala de estar.
¿De qué métodos estamos hablando?
- Perchas para alfombras: posiblemente la opción más popular y más sencilla de usar. Se recomienda especialmente en alfombras grandes. El colgador consiste en una barra equipada con (al menos) dos abrazaderas que se sujetan a la alfombra.
- Funda para alfombras: consiste en una barra fijada a la pared. Sin embargo, en lugar de utilizar abrazaderas, se introduce la varilla en un manguito. ¿Cómo conseguirlo? Si optas por este método, hazte con una que tenga el manguito preinstalado en la parte posterior o ponte en contacto con un profesional para que lo añada. Después, lo único que debes hacer es introducir la varilla y colgar la alfombra.
- Velcro o tiras adhesivas: esta técnica es ideal para alfombras pequeñas, ya que el velcro y las tiras adhesivas no son capaces de soportar un gran peso. Atención: puedes dañar la alfombra fijando las tiras al reverso.
- Marco: considera la opción de crear una caja de sombra para colocar y exponer la alfombra. Es ideal para alfombras pequeñas. El marco, al ser visible, ofrece una estética distinta en comparación con los otros métodos.
- Cuerdas y cordeles: colgar la alfombra del techo con cuerdas finas ofrece la posibilidad de ajustar la altura y crear un hueco entre la alfombra y la pared, obteniendo un efecto visual llamativo.
- Perchas de edredones: elaborados en madera maciza, estos colgadores son perfectos para las alfombras más pequeñas. Realzan el aspecto e introducen un ambiente natural en la habitación.
Alfombras de arriba: ATAN APARAN
¿Por qué colgar una alfombra en la pared?
Existen varias razones para colgar una alfombra en la pared. En primer lugar, es una buena alternativa al póster tradicional, al marco de pared o a una obra de arte. Una alfombra en la pared llama rápidamente la atención de los invitados.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no es únicamente un accesorio decorativo. Ofrece una serie de ventajas que realzan la decoración. Optar por una ligeramente gruesa ofrece aislamiento a la habitación, actuando como barrera contra el frío y el calor. Así, se consigue mantener una temperatura agradable en el interior, incrementando la eficiencia energética.
Además, absorbe el ruido de forma excelente. Las habitaciones con pisos de madera pueden producir eco. Una alfombra de pared en un ambiente de este tipo reduce significativamente este efecto.
Por último, facilita la conservación. Sin el desgaste de las pisadas, requiere menos mantenimiento. Las alfombras antiguas son las que mejor lucen en la pared. En cualquier caso, no necesitas una de 500 a.C. para apreciar las ventajas estéticas y funcionales de este método de exposición.
Consejos adicionales para crear un interior único
¿Buscas inspiración para renovar la decoración con una alfombra de pared? Echa un vistazo a las siguientes ideas:
- Asegúrate de que la habitación está bien iluminada: La luz natural hace que los tonos de la alfombra parezcan más vivos y vibrantes. Sin embargo, un exceso de iluminación puede hacer que pierda color. Evita la decoloración dándole la vuelta de forma periódica.
- Crea un interior ecléctico con un juego de alfombras agrupadas: Mezcla y combina distintos diseños. Crea un espacio único que refleje tu estilo.
- Experimenta con distintas alfombras: Cuelga una alfombra grande cerca de la pared y dispón otras más pequeñas de colores en contraste. Esta técnica de superposición llama poderosamente la atención.
- Combínala con otros accesorios: Opta por una decoración abstracta o por jarrones de distintos colores dispuestos debajo de la alfombra.
Del piso a la pared
Ya conoces el arte de colgar alfombras en la pared. Esta guía sirve de ayuda a la hora de decorar cualquier interior. Prueba a colgar una y verás lo cautivadora que puede ser la transformación.
¿No sabes por dónde empezar? Echa un vistazo a la selección de alfombras kilim y gabbeh. Son un excelente punto de partida.